Las técnicas de creatividad dicen que hay que bajar todo de la cabeza para desocuparla, alivianarla y así estar mas despejado para crear, vivir un camino a la felicidad…

Papel, lápiz o compu y a escrbir, TODO! lista de supermercado, miedos, preocupaciones, cosas lindas que se quieren decir y no se dicen, otras no tanto y así todo lo que pensamos y lo que no decimos.

Hablando de técnicas de creatividad, el 2017 me di cuenta que me senti rara porque no trabaje todos los días, si no que mi laburo de freelance me llevó a laburar algunos días, hubo semanas libres, lunes libres, fines de semanas ocupados, mucha variedad, y a esa no rutina se agregó que no estudié. Por años me la pasé estudiando, carreras, cursos, talleres, workshops, tutoriales, y leer, leer, leer…. siempre quise adquirir conocimientos para saber mas y mas para ser buena en la profesión y si! mis padres siempre fueron exigentes en eso, me hicieron creer que para “ser alguien” había que estudiar. Estudié música, diseño gráfico, fotografía, maquillaje artístico y caracterización teatral, licenciatura en nutrición, ingreso a medicina, coaching, mentoring, coaching deportivo, distintas terapias holisticas… y eso colaboró para que tenga un enredo en la cabeza y llegue a una gran crisis existencial preguntándome “Qué Soy?” y para eso tuve que preguntarme “que me gusta hacer?”

Al principio cuando era chica era fácil, desde los 6 años me gusta la fotografía y me sentía fotógrafa, a los 13 / 14 años comencé a participar en concursos, gané mi primer premio pero (ufff q palabrita pesada el “pero”) en casa ser artista era sinónimo de hambre y la nada misma, mis papás tuvieron una infancia donde pasaron situaciones de pobreza, seguramente no querían que pasara por eso, entonces le buscamos el lado B a mi vida profesional. En casa, en la escuela, cuando alguien se lastimaba o tenia un dolor corría a socorrer, me gustaba ver cortes y curarlos, sanar los dolores imponiendo mis manos, en casa no se sabia que era el reiki ni nada de eso, simplemente me nació un dia, funcionaba y de ahi en mas lo hice siempre. Así que era fácil la decisión, estudiaría medicina. Mientras seguia muy conectada con mi nikon y los rollitos de 35 mm. 4 / 5 meses en La Plata en los que pasó de todo y volví con mis cosas a mi ciudad. Vendí mis primeras fotos. Siendo muy fan de Pergollini llegué a cubrir a Mario en la Rock&Pop. Mi primer Le touquet, Peñarol, mi corazón estallado de felicidad. Pero bueno, comencé a estudiar una carrera universitaria para “ser alguien” y eso no incluía arte.

Pasaron los años y como decía Spinetta “si no canto lo que siento me voy a morir por dentro” bueno, yo sentí que me moria por dentro el dia que dejé la cámara de lado, así de literal, terminé en un cuarto encerrada a oscuras sin hablar sin sentir mas que dolor y desgano en todo mi cuerpo, ya no tenia fuerzas, me rendí, le saque banderita blanca a la vida, todo había perdido sentido, no encontraba porque vivir. Ahí comencé otro camino con ayuda de familia, amigos, psiquiatras, psicólogos, vivir un día a día para recuperar la alegría, las ganas de vivir y que todos entiendan que yo queria ser “yo” la artista, loca, con altibajos, que miraba y disfrutaba la vida atreves del lente. No me importaba si podía o no comer, no me preocupaba, todo lo que se haga con pasión te alimenta y te lleva a una abundancia en distintos ordenes.

Un concejo, no pierdas la fe, nunca dejes de soñar y si algún dia se te borra la sonrisa y ves que ya no tenes sueños pedi ayuda, porque aunque en nuestros mejores y peores momentos nos creamos Highlander el inmortal te cuento que no lo somos. La vida es mas bella y simple de lo que percibimos, disfruta de un mate con tu mamá, decile que la queres, disfruta de la birra en un bar o mirando el mar con el chico o la chica que mas te gusta, perdete en la mirada del otro y encontrate a vos mismo. Vinimos a Ser Felices, lo demás es puro cuento.

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