Lei el articulo y me encantó. Lo modifique un poco, y se los dejo para leer un ratín!
¿Qué significa“Cambiando el mundo desde tu mundo”?
Partiendo de la base de que realmente cualquier persona
puede hacer algo por mejorar una sociedad tan injusta, la clave está en cambiar
el mundo en primera persona. No en reflexionar sobre qué o quién debe
cambiarlo. Ya sea en la otra punta del planeta o en nuestro propio barrio.
Desarrollando nuestra propia iniciativa solidaria o formando parte de alguna
que ya esté en marcha.
Habría que preguntarse: ¿De verdad nos gustaría cambiar las
cosas?
Para conseguirlo debemos tratar de ir más allá. Aun en el
caso de que pensemos que toda la culpa de nuestros males es de políticos,
grandes multinacionales o "los mercados", incluso en ese caso también
hay que actuar para que otros actúen. Si queremos transformar la realidad hay
que tomar parte activa, siendo realistas y siempre desde nuestras
posibilidades. Tal y como dijo Gandhi muy sabiamente: la
diferencia entre lo que hacemos y somos capaces de hacer resolvería la mayoría
de los problemas del mundo. Y la verdad, no habría mucho más que añadir.
Numerosas veces nos planteamos cómo pueden dirigir Estados
personas con tan poca capacidad y actitud para hacerlo. De igual manera también
observamos a menudo cómo personas muy capacitadas deberían situarse en otro
lugar diferente, con mayor poder y responsabilidad de la que tienen. ¿Por qué
ocurre esto? El
mundo lo cambian personas que en un momento de su vida han sido suficientemente
sabias como para darse cuenta de que podían cambiarlo, y suficientemente
valientes como para comenzar a hacerlo. A partir de ese
planteamiento es cuando a esas personas suficientemente sabias y valientes, les
llega la inspiración para cambiar las cosas. Tan perjudicial es para nuestro
mundo la ignorancia valiente como la sabiduría o la experiencia cobarde.
¿Seguís pensando que no sos capaz de cambiar nada?
Superemos el habitual freno a nuestra capacidad de acción, dejemos atrás la
clásica falta de tiempo o dinero para contribuir a resolver los grandes
problemas de la humanidad. Comenzaremos a comprobar que dedicar a diario unos
momentos para pensar qué podríamos hacer por los demás es perfectamente
posible. Al menos durante ese rato desocupamos nuestra mente de otro tipo de
pensamientos negativos o preocupaciones. Ya solo por esto último merece la
pena. Poco a poco irán surgiendo ideas, conversaciones, impresiones, incluso
nuevas amistades. Nos daremos cuenta de que no estamos solos en esto. Son
muchas las personas que ya han decidido moverse, participar, actuar y ser parte
del cambio. Una vez dados los primeros pasos comienzan a llegar los primeros
resultados. También las colaboraciones y el entusiasmo. Finalmente llegamos a
la conclusión que buscamos. Damos con la respuesta de qué está en mi mano, qué
es aquello que puedo aportar. A partir de ahí ya tenemos la idea: es
clara, me gusta, y además posible. Ahora hay que darle vida.
Nos ponemos en funcionamiento. Poco a poco se acaba aprendiendo a trabajar en
red, compartiendo conocimiento y aumentando nuestras posibilidades de implementar
ese proyecto para cambiar el mundo desde nuestro mundo. Salimos de esa espiral
de conformismo, de echar balones fuera; y tomamos protagonismo en ese cambio
que tanto anhelamos. Dejamos atrás la costumbre de analizar o identificar
causas de la pobreza, el hambre o la desigualdad, para empezar a luchar contra
ello de forma activa. Empezamos a buscar
soluciones. Descubrimos en qué consiste el concepto de liderazgo social
o medioambiental y cómo podemos llegar a ser parte de un efecto multiplicador
para que entre todos, construyamos un mundo más justo y mejor.
La conclusión final a este texto la dejo en tus manos. Imagínate
qué podrías llegar a hacer vos para cambiar el mundo desde tu mundo. ¿La clave?
Cambiar la realidad, no esperar a que la cambien otros. A partir de ahí… llega
la inspiración.
Muchos pueden decir que vivo en un sueño, q mi mundo es utópico,
pero amo mi mundo y lucho x él, donde la gente puede ser Feliz si se lo
propone. Solo depende de uno.
Cuando era chica mis papás no estaban bien económicamente, a veces juntaban las monedas p poder comer. Así y todo mi mamá con
telas, y reparando zapatillas nos vestía a nosotros y a chicos de la calle, que cuando pasaban por la puerta de casa ella los entraba y les daba una taza de
arroz con leche o lo que hubiera en ese momento p alimentarlos. Ahí me enseñó q
el dinero no solo no hacía la felicidad si no q tampoco te impedía ayudar. Tiempo
más tarde, gracias a la perseverancia y empuje de mi viejo, trabajando día y noche, fin de
semanas y feriados (nunca lo escuché quejarse por tener q ir a laburar) nuestra
situación económica cambio. Él soñó, se esforzó y obtuvo el resultado q quería.
A los 14 años sin necesidad, comencé a trabajar y el dinero lo destine a comprar
comida. Asi, con la compañía de mi papá me metía en villas y barrios periféricos a llevar comida, y
ropa que juntaba con la gente del barrio y familia.
Siempre soñé, y voy a seguir soñando hasta el último segundo
de mi vida, que puedo Cambiar el Mundo… La Fundación me ayuda a cada día poder aportar mi granito de arena, a rodearme con gente que comparte mi sueño y a entender que esos niños no tienen el destino que quieren si no el que les tocó y así sus generaciones, de nosotros depende no marginarlos, ponernos de la vereda de enfrente y entenderlos; ya que a veces se genera un poco eso de "hablemos sin saber".
Con Amor Transformamos el Mundo.
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